Los primeros datos indican que fue hallada en buen estado de salud en la estación Constitución.
Luego de morder a la menor, los animales se metieron a la casa de otro vecino que debió asesinarlos a puñaladas para que no ataque a su familia.
El cuerpo de Joaquín Sperani apareció tres días después en una casa abandona a 100 metros de su colegio.