El presidente Alberto Fernández encabezó la primera Cumbre de jefes de Estado del Mercosur que se realizó de forma presencial desde la pandemia, donde reiteró sus críticas al acuerdo firmado con la Unión Europea en 2019 al remarcar que el bloque latinoamericano fue "el que más cedió" en las bases del entendimiento.
En la misma línea, remarcó que las dificultades para avanzar en la concreción de un acuerdo sin asimetrías surgen de "la falta de trabajo de países europeos y no producto de la falta de consenso o vocación de trabajo por parte de los países miembros del Mercosur".
Desde Puerto Iguazú, provincia de Misiones, el mandatario pidió además tener debida consideración de las disparidades de los países socios en referencia a las permanentes críticas de su par de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien reclama acelerar los tiempos del bloque y cerrar el acuerdo con los países europeos.
"No estoy parado en el lugar aislacionista en el que algunos me quieren ver parado. Quiero agregar valor a lo que producimos porque así podemos ser protagonistas del futuro. De lo contrario seguiremos perfeccionando la tremenda desigualdad que hoy posterga a nuestros pueblos", indicó el jefe de Estado en calidad de la presidencia pro Tempore del Mercosur que pasará hoy a manos de Luis Inácio "Lula" da Silva.
Escoltado por el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía y precandidato a presidente, Sergio Massa, el Presidente pidió concretar "un diagnóstico común y desarrollar un conjunto de políticas productivas y científico‐tecnológicas aptas" ante el nuevo entorno global marcado por la pandemia, la guerra en Ucrania, la crisis climática y las "batalla comercial desatada por Estados Unidos y China".
"El Mercosur es, sin duda alguna, el proceso de integración más sólido que América del Sur ha desplegado. Una unión que ha evitado que se consoliden corrientes antagónicas entre nuestros intereses. Hemos logrado tener intereses permanentes y son esos intereses los que debemos preservar en favor de nuestros pueblos", subrayó tras la propuesta del ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Francisco Bustillo para crear el Zocosur.
En otro pasaje de la exposición, insistió "fortalecer la innovación y la inserción en los mercados internacionales de las pequeñas y medianas empresas del Mercosur, potenciando sus capacidades de diseño y fortaleciendo una identidad regional" y remarcó que las nuevas demandas en materia ambiental por parte de la Unión Europea "presentan una visión parcial del desarrollo sostenible" que está centrada en lo ambiental, con "nulo registro de las tres dimensiones de la sostenibilidad (ambiental, económica y social) y de la interacción de ellas entre sí".
"Aún con todas estas consideraciones, la Argentina estima que el acuerdo entre el Mercosur y la UE representa una oportunidad", remarcó Alberto Fernández, y agregó: "Creemos que la profundización del vínculo entre ambas regiones es una acción política importante en un contexto internacional de conflicto e incertidumbre creciente".
Por último, el mandatario, ante la mirada atenta de sus pares, manifestó: "Nuestro compromiso con la inserción comercial internacional del bloque es inequívoco y va más allá de la Unión Europea. Creemos en la importancia de diversificar geográficamente nuestra agenda externa buscando socios que nos ofrezcan reales oportunidades de incrementar nuestras exportaciones".
"Ser miembro de este bloque nos fortalece. Sin él, en un escenario internacional de países centrales que conforman enormes bloques económicos, seríamos más débiles y más pequeños. Seamos fuertes defendiendo nuestros intereses. Seamos artífices de nuestro futuro. 'Divididos solo seremos esclavos', nos advirtió San Martín", concluyó.
Se trata de la última Cumbre del Mercosur de la gestión de Alberto Fernández y también la del presidente paraguayo Mario Abdo Benítez, quien asistió junto al mandatario reciente electo, Santiago Peña. También, estuvo presente el boliviano Luis Arce con intenciones de ingresar al bloque.
En la previa del encuentro, el presidencial Sergio Massa protagonizó junto a Cafiero un intercambio de 30 minutos con Lula da Silva en el Hotel Meliá.