El presidente Alberto Fernández suspendió su viaje a Corrientes, a la 15° Asamblea del Consejo Regional del Norte a la que planeaba asistir. Lo hizo debido al proceso de recuperación que afronta tras su problema de salud que inició con una gastritis erosiva con sangrado interno diagnosticada en Bali.
Los dos vahídos que padeció en Indonesia lo obligaron a ausentarse de varias de las actividades del G20, y prendieron las alarmas sobre su situación anímica y física. Luego de realizarse los primeros estudios en una clínica de la isla, decidió tomarse el fin de semana largo para reposar y recuperar energías.
Según supo NA, la recomendación médica fue retomar las actividades de su agenda "de a poco", y por lo tanto, el jefe de Estado optó por permanecer en Buenos Aires, en lugar de viajar a una hora cuarenta hasta la provincia del norte.
Si bien se trata de un vuelo corto, el mandatario pospuso su reaparición pública a pesar de haber sido anunciada en medios locales, y continuar con su proceso de recuperación. "Se recupera de a poco", revelaron fuentes del entorno del jefe de Estado.
En su lugar, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, encabeza la reunión que inició a las 10.45 y que tiene como eje central el desarrollo del federalismo y la distribución de recursos. Entre los presentes, se encuentran los ministros Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social); Eduardo de Pedro (Interior); Santiago Maggiotti (Desarrollo Territorial y Hábitat) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas).
También, los diez gobernadores del bloque regional: Jorge Capitanich (Chaco); Raúl Jalil (Catamarca); Gildo Insfrán (Formosa); Gerardo Morales (Jujuy); Ricardo Quintela (La Rioja); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Gustavo Sáenz (Salta); Osvaldo Jaldo (Tucumán), y Gustavo Valdés (Corrientes, la provincia anfitriona); y el presidente pro témpore del Consejo Regional del Norte Grande y gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
El día después de su regreso al país tras su gira por Francia e Indonesia, el jefe de Estado se realizó una nueva endoscopía que reveló que no había signos de sangrado interno. Si bien se trata de una buena noticia, deberá continuar monitoreando su salud hasta su recuperación total.
Es que además de padecer de acidez que solía combatir con los típicos efervescentes, el jefe de Estado sufrió una afección pulmonar en 2019 que lo obliga a tomar anticoagulantes de forma diaria, lo que empeoró su situación gástrica. Por tanto, su agenda se acomoda a las recomendaciones de la unidad médica y a sus ánimos.
El pasado martes, volvió a Casa Rosada donde se mostró en reuniones con Manzur y el ministro de Economía, Sergio Massa, y aunque previsto participar de la Asamblea que nuclea a los principales mandatarios provinciales de hoy, deberá dejarlo para otra oportunidad. En su lugar, llegó a Balcarce 50 a las 11.41 de la mañana, y permanece en sus despachos sin agenda pública.
La decisión va en sintonía con la suspensión de su visita a su par mexicano Andrés Manuel López Obrador, prevista para el jueves 24 de noviembre.