Luego de que se difundieran presuntos chats entre el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, y Silvio Robles, director general de la vocalía de la Corte Suprema y colaborador del presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, el funcionario porteño salió en su defensa, desmintió la exixtencia de la conversación y aseguró que se trata de una operación del kirchnerismo.
“Ellos generan una posverdad. Los chats son inventados, son falsos. Nunca tuve una denuncia en mis años de trabajo hasta que la condenaron a Cristina Kirchner y la Corte falló a favor de la Ciudad por los fondos de coparticipación”, cuestionó D’Alessandro en un nuevo round entre el oficialismo, la oposición y el Poder Judicial. “No tienen límites, revisaron las redes sociales de mi familia. Incluso la de menores”, agregó.
Al respecto el titular de la cartera de Seguridad de la Ciudad responsabilizó al diputado del Frente de Todos (FdT) Rodolfo Tailhade. “Deberá presentarse en la Justicia y explicar cómo obtuvo algo que es ilegal y no lo denunció”, remarcó.
“Acá lo que buscan es distraer para cuidar a la jefa (en alusión a la vicepresidenta Cristina Kirchner). Tailhade tendrá que explicar de dónde consiguió los supuestos chats”, añadió.
Además de Robles, los supuestos chats que salieron a la luz de D’Alessandro también involucran a Silvia Majdalani, ex número dos de la AFI, y a Marcelo Violante, titular de Dakota, empresa de acarreo contratada por la Ciudad. Dados a conocer por el diario Perfil, el ministro de Seguridad porteño habla con el vocero de Rosatti de “da para proponerle negocios a Horacio”, “juntar verdes” y de aparentes sobres con dinero.
La nueva filtración se suma a la que se dio a conocer en octubre pasado entre jueces y fiscales, como Julián Daniel Ercolini y Carlos Alberto Mahiques; funcionarios de la Ciudad, entre los que se destaca Marcelo D'Alessandro; y directivos del Grupo Clarín, donde se reveló que todos ellos llevaron a cabo una reunión en la estancia del magnate británico Joe Lewis, ubicada en Lago Escondido, Departamento de Bariloche, Río Negro.
D’Alessandro, por último, negó que vaya a dar un paso al costado de su puesto, una de las versiones que había trascendido tras darse a conocer el escándalo. “Voy a seguir en mi cargo, como hace siete años. Son operaciones de inteligencia. No tienen límites, voy a ir hasta las últimas consecuencias. Ellos se comportan como mafiosos, quieren a los delincuentes en la calle”, concluyó.