"En la Argentina funciona la asistencia, hay una red muy fuerte. Lo que no hay es un cambio profundo y estructural; en los últimos tiempos se ven muchas familias en la calle", diagnosticó Arroyo. "Algo que me impacta cuando ando caminando es que mucha gente se lleva los muebles que tiene y reproduce su habitación en la calle".
Con respecto a las agendas divergentes entre los diversos sectores de la política y la ciudadanía, el diputado señaló: "Hoy estamos en una crisis de representación; la relación con la ciudadanía está quebrada y la gente tiene la sensación de que la política discute cosas que no forman parte de su vida cotidiana". También remarcó que hoy existe "un enojo del pueblo con la política" y que "se quebraron otros vínculos como la escuela o un esquema de espiritualidad ligado a lo religioso que antes estaba y que con la pandemia se resintió fuertemente".
En la década de los 90 Arroyo se recibió como licenciado en Ciencias Políticas (UBA). De sus épocas de estudios le quedaron, según dice, tres elementos que suelen repetirse a lo largo de la historia argentina: restricción externa, inflación y crisis de representación. A la hora de esbozar propuestas para generar cambios en ese diagnóstico, el diputado remarcó la importancia de los vínculos con la escuela, los lugares de espiritualidad o el sistema productivo.
"Si logramos que todos los chicos asistan a salas de 3, 4 y 5 años, en primer grado estarán parejos. Si no hay jardines, la gente los inventa. En Argentina, lo que no hay la sociedad lo construye y lo sostiene como puede. "Con todas las dificultades que tenemos, en Argentina hay un sistema educativo inclusivo, hay postas y centros de salud en todos lados, algo que no ocurre en otros países. Tenemos la necesidad de un cambio profundo y hay muchas condiciones para hacerlo", dijo.
Consultado por el equipo sobre el debate en torno a los planes sociales, el funcionario explicó: "Hoy los planes sociales significan 1, 2 millones de beneficiarios. Las personas mismas se anotan; los movimientos sociales entran como unidades de gestión, que en la actualidad se enfocan fundamentalmente al sector textil y la producción de alimentos". Además, detalló: "En el 2001 mucha gente no tenía ninguna base; hoy sí existe esa base de ingresos gracias a planes sociales como el Potenciar Trabajo, que brindan una seguridad frente a las crisis recurrentes en el país".
"En Argentina no se ha perdido la cultura del trabajo: mucha gente se levanta temprano, toma el colectivo, labura y le encuentra la vuelta como sea. Acá los más pobres trabajan más cantidad de horas que en otros países", declaró Arroyo frente a la pregunta por las críticas de la oposición, que enrabola argumentos sobre la pérdida de la cultura del trabajo. "Los políticos tenemos que lograr que la plata rinda, que la escuela sirva como una referencia y que el Estado te cuide en materia de seguridad", señaló en relación a las demandas sociales.