"La pandemia demostró que la salud mental es un aspecto indispensable de la vida", subrayó Calmels, y explicó que el aislamiento es una vieja idea que fracasó a nivel mundial y puso en evidencia los daños causados porque las personas se aislan de sus comunidades y sus redes afectivas, pierden autonomía y la situación de salud física se agrava.
"Todos los dispositivos de atención tienden a la vulneración de derechos. Por eso hay muchos tratados internacionales que indican que ese modelo de atención debe cambiar", precisó. Con respecto a la situación en la provincia de Buenos Aires, declaró que "el 42% de las personas internadas en neuropsiquiátricos públicos llevaba más de 10 años de internación cuando nosotros llegamos".