Benech advirtió que esta etapa de la investigación es de carácter reservado, pero informó que se llegó al sospechoso a través de un estudio de ADN: "En las prendas de Lola, en la toalla y en su mochila había algunas manchas de sangre que no correspondían a la de ella; se preservó ese ADN y en estos años fue comparado con cientos de personas", detalló.
A raíz de esos estudios y de una serie de procedimientos científicos bastante complejos, se logró matchear ese ADN con el de una persona privada de su libertad que es familiar del presunto responsable por el femicidio de la joven. "Me interesa destacar que durante todos estos años la investigación nunca estuvo detenida, más allá de los vaivenes que pudo haber tenido. De hecho, se llega a esta persona gracias a un ADN que se hace en un centro carcelario. A todas las personas detenidas en la zona se les practicaba un ADN y se lo comparaba con el ADN hallado en la escena del lamentable homicidio de Lola", explicó Benech.