"La inflación genera una distorsión de precios. A veces en un mismo barrio el precio de un producto varía alrededor de un 20%. No es descabellado pensar en una hiperinflación", aseguró Calvete, quien caracterizó el escenario económico actual en Argentina con un empresariado que adopta la especulación como principal comportamiento, altos niveles de concentración en la economía y una falta de control por parte del Estado, ya que "no se utilizan herramientas como la Ley Antimonopolio" vigente en otros países de la región.
El presidente de INDECOM ejemplificó su punto de vista con un ejemplo: "La concentración puede verse fácilmente: si vos vas a un supermercado uruguayo o chileno, 20 marcas pertenecen a 15 compañías; en Argentina, 20 marcas pertenecen a 4 compañías". También aseguró que la herramienta más efectiva para luchar contra la inflación es la generación de oferta "porque los precios tienden a la baja".
Por otra parte, se refirió a las estrategias de marketing implementadas por los supermercados y a la publicidad engañosa de algunas marcas. "Cuando uno se lleva una unidad de un producto en un supermercado, muchas veces sale más barato que comprar las dos unidades que ofrecen las promociones", advirtió.
Como posibles soluciones, propuso "un acuerdo de precios y salarios, una baja de impuestos para las PyMEs y una reforma laboral para incentivar las contrataciones, que no implique precarización". Calvete aportó un dato contundente en relación a los argumentos que atribuyen las dificultades económicas a la guerra entre Rusia y Ucrania: "En la primera quincena de marzo, el pan subió más acá que en Ucrania".
A la hora de evaluar la gestión del presidente Alberto Fernández, dijo: "En el gobierno no hay malas intenciones, pero sí una falta de pericia en muchas de las decisiones que se toman".