El voto de Rosatti, quien a su vez es presidente del Consejo, fue decisivo para que Juez tenga el camino virtualmente despejado para sumarle un voto a la oposición en el cuerpo que juzga y propone a los jueces y maneja el presupuesto del Poder Judicial.
La Corte Suprema anuló la designación del kirchnerista Martín Doñate como integrante del Consejo de la Magistratura y despejó el camino para que Luis Juez, senador de Juntos por el Cambio, pase a ocupar su lugar.
El fallo, firmado por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, hizo lugar a la acción de amparo iniciada por Juez y anuló la designación de Doñate, que había sido firmada por la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner.
El fallo, que no fue suscrito por Ricardo Lorenzetti, consideró que no se trata de una intromisión del Poder Judicial sobre las facultades del legislativo para designar a sus representantes en el Consejo de la Magistratura.
Los tres jueces que conformaron la mayoría reivindicaron su capacidad para decidir “cómo deben identificarse los bloques para integrar el Consejo de la Magistratura” y, en este caso, “se habían afectado los derechos de los senadores Juez” y Humberto Schiavoni, quien ahora pasará a ser consejero suplente.
La Corte se adjudicó la función de “ejercer una revisión judicial severa acorde a la trascendencia institucional de la cuestión involucrada, en la cual se encontraba en juego el correcto funcionamiento de las instituciones de la República”.
La disputa surgió después que la Corte resolviera volver a la formación de 20 miembros del Consejo de la Magistratura, a partir de un fallo que dictó la nulidad de una ley que rigió durante 15 años y que estableció que el cuerpo debía funcionar con 13 miembros.
La disputa surgió entre Doñate y Juez a raíz de que Juntos por el Cambio había propuesto a su candidato y el bloque del Frente de Todos se dividió para conservar su propia banca en el Consejo como segunda minoría.
La Corte entendió, al igual que los legisladores opositores, que esa había sido una maniobra artificial que no respondía a la realidad de lo que ocurre en la Cámara alta.
Fuente: Noticias Argentinas