"En esta moda libertaria Milei le habla a jóvenes nacidos alrededor de la crisis, que no tienen una memoria consciente del 2001 pero que crecieron durante el kirchnerismo como statu quo", diagnosticó Rodríguez, y propuso ponerse por un momento en los zapatos de esa generación: "Esto no significa que un país se soluciona si le solucionamos los sueños a estos muchachos: ahorrar en dólares está difícil, entra a un banco poco y nada, tiene una cuenta sueldo y hay inflación, una palabra clave", enumeró.
"Para un flaco o una flaca de clase media urbana que vive en estas condiciones, que mira con cariño la posibilidad de irse afuera para ahorrar en dólares porque el principal problema en Argentina es la moneda, para esas personas Menem representa un tiempo sin inflación, con una moneda con un valor real, más allá de las privatizaciones o la flexibilización laboral. Hay una reescritura peligrosa de esa época porque no toma en cuenta otros factores", sintetizó el periodista.
El analista, además, se refirió a las numerosas transformaciones de esa década que impactaron en la sensibilidad, en los modos de vida y en una concepción sobre la economía de mercado en la cotidianidad. Rodríguez citó una frase del historiador Alejandro Galliano ("nos hicieron neoliberales y ahora no saben cómo gobernarnos") y agregó: "Hay algo del modo de vida de los 90 que se asentó y que perdura. El kirchnerismo es Frávega y derechos humanos. No hay épocas sin ese almíbar del consumo. De hecho, ahora estamos hace 10 años en un desierto de sal".
"El menemismo tiene que ver con un off the record enorme de la sociedad argentina", señaló Rodríguez, y comparó ese período con algunas cuestiones de la dictadura aunque "salvando absolutas distancias, porque más allá de su trama truculenta el menemismo fue un gobierno democrático".
El analista recordó la frase de una trabajadora de comercio que alguna vez le dijo "digan lo que digan, con Menem me compré dos departamentos" y aseguró que hay sentidos muy fuertes en esa frase que parece simple. "Mi sensación es que Menem es un rumor en el clóset de la sociedad argentina, donde hay perdedores y ganadores, pero los ganadores son ganadores en off".
A la hora de analizar la época, Rodríguez propuso hacer un balance entre época, contexto y la particularidad del menemismo. "Si uno mira la sociedad de los 60, era una sociedad modernizada, con clase media, con participación obrera en las ganancias y una clase trabajadora que todavía se sentaba en la mesa del poder a negociar. El peronismo estaba proscripto pero estaba en todo. Eso se rompió definitivamente en 1976", reflexionó.
Ante la consulta sobre los paralelismos entre la actual gestión de Alberto Fernández y el final del alfonsinismo, Rodríguez identificó cierta "sensación de fin de ciclo" y opinó: "Cada época se explica a sí misma, pero hay algo que surgió en el 2002, un modelo, que está tocando fondo". También explicó que hoy el principal problema no es ganar una elección sino poder gobernar frente a los bloqueos y concluyó: "La pregunta de la política debería ser: ¿adónde está el poder?".