El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, aseguró que su par Alberto Fernández mostró ignorancia sobre la sequía que afecta al país vecino y admitió que desde su Gobierno aceptaron la ayuda brindada por la Argentina, pero aclaró que todavía no la necesitan.
Este domingo, durante el discurso de cierre en la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, el mandatario nacional hizo referencia a la emergencia hídrica que atraviesa el territorio uruguayo.
"El tiempo que nos viene por delante nos da enfrenta a muchos desafíos y nos da oportunidades. El gran desafío es el cambio climático, ya está visto. Lo vimos en la sequía, lo vive Uruguay. En Montevideo abren las canillas y el agua no sale", subrayó Fernández en Salliqueló, provincia de Buenos Aires.
La respuesta de Lacalle Pou llegó este lunes consultado en rueda de prensa: "Puede ser por dos razones: mala intención, que la descarto, o por ignorancia, simplemente".
Consultado sobre si hubo alguna comunicación oficial entre ambos Estados, el mandatario oriental disparó: "Supongo que es leer en Internet y se entera enseguida si quiere tener la información correcta. Pero sí, hablé con el embajador argentino en Uruguay, con el que tengo muy buena relación, y el canciller tengo entendido que habló con el presidente de la República Argentina". En otro ítem, Lacalle Pou admitió que sí aceptaron la ayuda del Gobierno argentino, pero quedará en stand by.
El Gobierno le ofreció un buque con cisterna a Uruguay para hacer frente a la falta de agua
La semana pasada el Gobierno ofreció ayuda al Estado uruguayo para paliar la problemática ante la falta de agua que padece el vecino país. A través de una nota fechada el martes 4 de julio, la Cancillería puso a disposición un buque con cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua, provisto por Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa).
Según supo la agencia Noticias Argentinas de fuentes cercanas al canciller Santiago Cafiero, la administración argentina envió un buque perteneciente a la Armada Argentina del tipo "aviso", con capacidad de 300 toneladas de agua y además una planta potabilizadora móvil con una producción de 1700 sachet de medio litro por hora y operarios necesarios.
Se trata de unidad naval militar, rápida, que traslada la asistencia ante la escasez hidráulica que somete al Uruguay. Desde hace más de dos meses, su población debe consumir agua dulce mezclada con agua salada debido a las sequías, y a riesgo de quedarse sin agua potable, el Gobierno tomó una serie de medidas para el cuidado de su uso.
En la nota formal enviada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Culto remarcaron que el ofrecimiento del Gobierno Nacional "está destinado a dar respuesta a las poblaciones vulnerables afectadas por la crisis hídrica", centradas en la ciudad de Montevideo y la zona Metropolitana.
A pesar de las tensiones de los últimos días, en el marco de la Cumbre del Mercosur llevada a cabo en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, desde la Cancillería uruguaya agradecieron y aceptaron el ofrecimiento, pero pidieron esperar antes de hacer uso.
"Al tiempo de agradecer y aceptar dicho ofrecimiento, hace saber que, en razón de la dinámica de la situación bajo permanente evaluación, hará conocer la oportunidad del mismo", aclararon a través de un escrito.
Tras dos noches de lluvias, el presidente de Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero, aseguró que la emergencia por el inminente agotamiento de las reservas de agua estiró su margen y brindó alivio a las autoridades.