Los abogados José Ubeira y Marcos Aldazábal, quienes representan como querellantes a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, pidieron a la Cámara de Casación que aparte a la jueza María Eugenia Capuchetti de la causa por el intento de magnicidio.
Mediante un escrito de 60 páginas, volvieron a criticar la actuación de la jueza y consideraron que “apartarla es la única forma de encaminar este proceso y de descubrir la verdad”.
La representación de la vicepresidenta ya había recusado a la jueza en primera y segunda instancia, pero los planteos fueron rechazados.
Ahora, los abogados recurrieron al máximo tribunal penal argumentando que Capuchetti es un obstáculo en la investigación: “ha causado la pérdida de pruebas, no realiza medidas básicas y tarda semanas en hacer medidas que debería tomar en horas”.
“No hace nada y obstaculiza lo que hacemos las demás partes. Su actitud perjudicó los derechos de Cristina Fernández de Kirchner”, resumieron.
El escrito describe lo que considera errores y omisiones de Capuchetti, y fustiga especialmente que hubiera rechazado la recusación, que luego –por la recusación- hubiera delegado la investigación en el fiscal Carlos Rívolo, y que cuando fue confirmada no reasumiera la dirección de la pesquisa.
“No conocemos un solo caso en que la instrucción se haya delegado luego de los procesamientos, y nos llama poderosamente la atención el hecho de que, en una discusión consigo misma, la jueza haya cambiado tres veces en diez días su posición respecto a la delegación. Es absolutamente evidente que estamos ante una causa que supera por mucho a la jueza”, sostuvo el escrito.
“La única forma de tratar de salvar el éxito de la investigación es a través de la recusación de Capuchetti”, insistieron.
Como causal de apartamiento, los abogados de Cristina Kirchner invocaron la supuesta falta de imparcialidad de la magistrada.
“Lo hecho hasta aquí por Capuchetti no puede superar ningún test de imparcialidad”, afirmaron.