Según una investigación del Mosad, el servicio secreto de Israel, los ataques terroristas acontecidos en la década de 1990 fueron llevados a cabo por una unidad secreta de Hezbolá cuyos agentes, contrario a las afirmaciones generalizadas, no fueron ayudados por ciudadanos argentinos ni asistidos en el terreno por Irán.
El estudio interno realizado por el Mosad ofrece un relato detallado del modo en el que se planearon los atentados, incluida la forma en que el material para los explosivos se introdujo de contrabando a la Argentina en botellas de shampoo y cajas de chocolate.