“Fue una cobertura con muchos ribetes y mal cubierta”, señaló Vaca Narvaja al recordar cómo se manejó mediáticamente la causa desde sus comienzos.
“La Justicia de Río Cuarto persigue la verdad histórica pero el caso está prescripto. No se pudo dar con el asesino”, agregó. En ese sentido, advirtió: “Hay un nuevo sospechoso y no puede ser perseguido judicialmente porque ya pasaron más de 15 años”.
El periodista sostuvo que “hay un claro desvío de la investigación en toda la primera etapa del núcleo familiar”, en alusión a la línea investigativa que apuntó inicialmente al entorno íntimo de Nora.
Respecto al avance de la causa, explicó que “todo el caso quedó impune por los plazos que pone la Justicia” y afirmó que “el ADN, como en esta causa, guió muchas cosas; el FBI había dicho que había de los Macarrón”.
Sobre el juicio contra Marcelo Macarrón, dijo: “Estuvo en el juicio como autor intelectual”, aunque remarcó: “No hubo ningún costo para la Justicia, la responsabilidad de la impunidad debería caer en el sistema judicial”.
Consultado por los motivos del estancamiento, Vaca Narvaja opinó: “Hay muchas razones por las cuales no se hizo una investigación digna: la presencia de los medios, la política, la necesidad de cerrar el caso culpando a un perejil, la complicidad”.
Y concluyó: “En esta causa hubo de todo menos ir al punto”.