La periodista aseguró: “me echaron, mi intención era hacer una crónica del evento”, y explicó que “yo compré la entrada y me hice la acreditación de prensa”. Sin embargo, un efectivo de la Casa Militar le dijo que “tenían la orden de que Página 12 no esté en el salón”.
Según Molina, le informaron que “la orden vino desde Buenos Aires” y que fue trasladada a “un estacionamiento” sin mayor explicación. “El evento era en un lugar alejado de la ciudad de Córdoba”, recordó, lo que dificultó aún más la cobertura. “Me revolearon los 40.000 pesos de la entrada”, agregó sobre el trato recibido.
La periodista señaló que “fue una situación muy confusa y rara” y denunció que no pudo hacer su trabajo con normalidad. “Tuve que hacer mi trabajo con fragmentos que me facilitaron colegas a los que sí los dejaron entrar”, lamentó. El caso generó preocupación por la libertad de prensa en actos oficiales.